El año pasado se hizo obligatorio que todos los nuevos coches almacenen los datos de consumo, para evitar fraudes. Una norma que tenía una excepción: los coches eléctricos. Sin embargo, la nueva normativa europea para este 2022 elimina esta excepción.
De este modo se controlará que todos los vehículos cumplan con la normativa de emisiones de forma real, y no mediante datos del fabricante que podrían estar adulterados, midiéndolos en condiciones poco acordes con las que se dan luego en carretera.
Así, el dispositivo se conoce como «OBFCM», o Monitoreo de consumo de combustible a bordo, era ya obligatorio para todos los coches nuevos de primera matriculación desde el pasado 1 de enero de 2021.
El organismo alemán ADAC ya ha avisado de que los híbridos (eléctricos o de gas), al no estar dentro de la normativa, eran propensos a no cumplirla y podían existir variaciones significativas entre su consumo real y la homologación del mismo. Una situación que no tenía sentido dado el control que se estaba reclamando para el resto de vehículos.
La Unión Europea, a través de Comisión Europea del Transporte, ya ha elaborado una nueva regulación que incluye a todos estos modelos.
No olvidemos que la propia ITV deberá, a partir de 2023, observar los datos de consumo de los vehículos. Una información que, hasta ahora, permanecía solamente disponible para el fabricante.
Todo para conseguir que los objetivos de emisiones, y las ayudas para obtener un parque automovilístico más limpio y eficiente se consigan de forma real.