Los resultados de la encuesta anual de la AAA (American Automobile Association) sobre los vehículos automatizados muestran que, si bien todavía existe un alto nivel de interés por la tecnología de los parcialmente automatizados, las actitudes de los automovilistas hacia los vehículos totalmente autónomos se han vuelto cada vez más aprensivas.

El estudio de este año muestra un gran aumento de los conductores que tienen miedo a esta tecnología, llegando al 68% en comparación con el 55% en 2022. Este es un aumento del 24% con respecto a la encuesta del año pasado y el mayor aumento desde 2020.

Al respecto de estos resultados, en la AAA consideran que los fabricantes de automóviles deben ser diligentes en crear un entorno que promueva el uso de tecnologías vehiculares más avanzadas de una manera segura, confiable y educativa, incluida la nomenclatura uniforme de los sistemas ADAS disponibles en la actualidad.

Nombres engañosos o confusos

A pesar de los avances de los últimos años, estos resultados sugieren que aún se necesitan mejoras para generar confianza entre los conductores y para disipar la confusión en torno a los vehículos automatizados. La encuesta desvela también que casi uno de cada 10 conductores cree que puede comprar un vehículo que se conduce solo mientras duermes, cuando, actualmente, no existe ningún vehículo con esas características disponible para la compra por parte del público que permita a alguien desconectarse completamente de la tarea de conducir.

Esta percepción podría deberse a nombres engañosos o confusos de los sistemas de vehículos que se encuentran en el mercado. Así, la AAA descubrió que el 22% de los estadounidenses espera que los sistemas de ayuda al conductor, con nombres como Autopilot, ProPILOT o Pilot Assist, tengan la capacidad de conducir el automóvil por sí mismos sin supervisión, lo que indica una brecha en la comprensión del consumidor.

Por otra parte, los consumidores no se oponen por completo a la tecnología avanzada de vehículos. De hecho, seis de cada 10 conductores estadounidenses «definitivamente» o «probablemente» querrían estos sistemas en su próximo automóvil.

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