Cada vez más, oímos hablar de vehículos definidos por software, SDV o SWDV por sus siglas en inglés. Y es que cada vez son más los vehículos cuyas funciones se habilitan principalmente a través del software. Esta realidad presenta numerosas ventajas, haciendo que los automóviles más modernos sean capaces de realizar cosas increíbles. Pero también comporta retos. Ha expuesto a la industria a los ciberataques, un problema a tener en cuenta dentro del sector, y no solo por los constructores:  también por los talleres.

No en vano, y según datos recientes de la compañía especializada ciberseguridad y movilidad Upstream, cuanto más software haya a bordo, más propenso será un vehículo a sufrir un ciberataque. Los datos analizados por la misma, superiores a los de 2022, lo demuestran. Y lo más preocupante: dichos ataques pueden hacerse a distancia, sin necesidad de contacto con el vehículo. Concretamente, los ataques remotos a larga distancia supusieron el 85% del total, frente al 70% de 2022. Muchos de ellos, además, con la posibilidad de afectar a miles o incluso millones de vehículos, advierte la compañía, con el riesgo del elevado coste que, por ejemplo, podría tener para un fabricante.

Asimismo, la compañía estima que alrededor del 13% de los ciberataques registrados en automóviles se realizaron a través de interfaces de programación de aplicaciones para vehículos (API).

Como no puede ser de otra manera, los talleres de reparación de vehículos también se verán impactados por esta nueva realidad. A medida que los automóviles se convierten en objetivos cada vez más atractivos para los ciberdelincuentes, los talleres deben adaptarse para enfrentar estos desafíos emergentes y satisfacer las demandas cambiantes de los propietarios de vehículos preocupados por su seguridad y la integridad de sus automóviles.

¿A qué problemas se enfrentarán los fabricantes y talleres?

Uno de los principales problemas por los que crecen los ciberataques en el automóvil a los que se enfrentarán los talleres tiene que ver con el esperable aumento en la cantidad y la sofisticación de los ciberataques dirigidos a los vehículos. Desde ataques remotos que comprometen la funcionalidad del vehículo hasta la adquisición de información personal a través de las aplicaciones del automóvil (pensemos en datos de tarjetas de crédito y otra información personal relacionada con las finanzas almacenada en el vehículo o la nube), los talleres deben estar preparados para abordar una amplia gama de problemas de ciberseguridad, ponerles remedio y, sobre todo, ayudar al cliente a minimizar los riesgos a los que se expone su vehículo.

Pero tampoco hay que olvidar que un ataque de software puede comprometer el funcionamiento de un componente. Pensemos, por ejemplo, en la batería del vehículo. En este sentido, la compañía especializada en ciberseguridad ha estimado que un fabricante, por ejemplo, podría tener que afrontar un coste de hasta 50 millones de dólares si uno de sus vehículos eléctricos de batería fuera pirateado a través de su software de carga o gestión de baterías. La estimación incluye el coste de posibles llamadas a revisión, reparaciones y recambios, así como implicaciones legales, incluidas posibles demandas colectivas iniciadas por clientes.

A medida que los automóviles se convierten en objetivos cada vez más atractivos para los ciberdelincuentes, los talleres deben adaptarse para enfrentar estos desafíos. Crecen los ciberataques en el automóvil.

El taller como consultor de ciberseguridad del automovilista

Es indudable el papel del taller como generador de seguridad vial a través del correcto mantenimiento y reparación del vehículo de sus clientes. En el futuro, además, tendrá que velar por la ciberseguridad de un vehículo cada vez más tecnológico.

Para hacer frente a estos desafíos, los talleres de reparación deben adoptar un enfoque proactivo hacia la ciberseguridad. Esto incluye la inversión en capacitación y recursos especializados para diagnosticar y reparar problemas relacionados con la ciberseguridad, así como la implementación de medidas preventivas para proteger los vehículos contra futuros ataques.

Por otro lado, cuando crecen los ciberataques en el automóvil, los talleres pueden considerar ofrecer servicios de monitorización de ciberseguridad en sus operaciones para detectar y mitigar posibles amenazas de manera proactiva. Al colaborar estrechamente con partners como dsi.mobility los talleres pueden estar mejor preparados para enfrentar los desafíos en ésta y otras materias en este entorno tan cambiante.

La capacidad de los talleres de adaptarse a este nuevo entorno digital será fundamental, también, para su éxito. Al abordar los desafíos de la ciberseguridad de manera proactiva y ofrecer servicios especializados para proteger y reparar vehículos afectados por ciberataques, los talleres pueden diferenciarse en un mercado cada vez más competitivo y ganarse la confianza de sus clientes.

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