Después de una colisión, el objetivo del taller, más allá de devolver la carrocería del vehículo a su estado original, es asegurarse de que todos los sistemas ADAS del automóvil que se devuelve al cliente funcionan como deben hacerlo. Y es que la realidad es que, cada vez más, la calibración de los sistemas ADAS es una gran oportunidad de negocio para los profesionales de la reparación y mantenimiento del automóvil.

¿Qué necesita un taller para rentabilizar el negocio de las calibraciones de unos vehículos cada vez más sensorizados? ¿Es interesante, en términos de negocio, especializar nuestro taller en este tipo de intervenciones? Esta pregunta fue respondida por un veterano como el presidente de la Conferencia de la Industria de Colisiones (CIC) en EE.UU., Frank Terlep, durante la última edición del SEMA Show.

Para Terlep, el mantenimiento de este tipo de sistemas ADAS “es la mayor oportunidad” para el sector carrocero de los últimos veinte años. No en vano, el 98% de los vehículos vendidos este año ya están equipados con distinos sistemas ADAS. Al hilo de ello, el propio Terlep señalaba que solo en Estados Unidos existe un potencial de 14 millones de accidentes y 13 millones de reemplazos de parabrisas que requieren calibraciones.

Aterrizando más los datos en la cuenta de resultados del taller, Terlep estima que con 10-12 calibraciones al día, o 4.800 al año, a un precio de 300-400 dólares (275-367 euros), es posible obtener un beneficio de 773.500 dólares al año (unos 710.000 euros).

No obstante, el representante del CIC estima que aún el 80% de los talleres carroceros de su entorno carecen de los conocimientos y equipos adecuados. Es por ello que anima a que los talleres inviertan y apuesten por las calibraciones para ganar mucho dinero.

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