El chiringuito, la sombrilla, la música de fondo y el coche cargado hasta arriba. ¿A quién no le suena ese plan? El verano en la costa española es sinónimo de libertad, pero también puede convertirse en una trampa para tu vehículo si no tomas precauciones.

Los efectos de la arena y el salitre están entre los grandes enemigos estivales de la carrocería, los sistemas electrónicos y el motor. Tanto si eres conductor habitual de zonas como Sanxenxo, Salou o Zahara de los Atunes, como si solo visitas la costa en agosto, este artículo te interesa.

La arena: mucho más que un recuerdo en las alfombrillas

Tú puedes quitarte la arena con una ducha, pero tu coche no lo tiene tan fácil. Ese polvo fino y aparentemente inofensivo se convierte en una pesadilla cuando se acumula:

  • Raya la pintura sin que te des cuenta.
    Frotarla con un trapo seco puede dejar microdaños que deterioran la carrocería.

  • Se mete por todos lados.
    Desde las tomas de aire hasta los radiadores, puede comprometer la refrigeración del motor.

  • Contribuye al sobrecalentamiento.
    En zonas calurosas como Almería o Castellón, la combinación de altas temperaturas y acumulación de arena puede ser letal para el coche.

El salitre: el souvenir más corrosivo de tus vacaciones

A diferencia de la arena, el salitre no se ve, pero se nota… especialmente cuando empiezan los problemas de óxido. Presente en la brisa marina, este compuesto cargado de cloruros acelera la corrosión en carrocería y partes metálicas.

Los efectos de la arena y el salitre más preocupantes son:

  • Óxido prematuro en chasis y tornillería.
    Incluso en coches nuevos, la exposición constante al salitre puede dejar huella.

  • Averías electrónicas.
    La humedad salina se cuela en conectores y circuitos, provocando fallos eléctricos invisibles al principio, pero costosos más adelante.

  • Debilitamiento estructural.
    Si el coche duerme cerca del mar (como en urbanizaciones costeras de Torrevieja o Marbella), la carrocería puede sufrir en silencio.

Cuida tu coche como cuidas tu piel

Así como no vas a la playa sin protector solar, tu coche tampoco debería exponerse sin defensa. Aquí van algunos consejos que los conductores deben tener muy presentes:

Lávalo con frecuencia.
Aunque no esté sucio a simple vista, la sal y la arena se adhieren fácilmente. Un lavado con agua a presión puede marcar la diferencia.

Aplica cera protectora.
Ayuda a repeler residuos marinos y a mantener el brillo de la pintura incluso después de unas vacaciones en Cádiz o Fuerteventura.

Valora un tratamiento anticorrosión.
Sobre todo si tu coche pasa más de dos semanas cerca del mar. Es una inversión inteligente.

Estaciónalo bajo techo.
Ya sea en un parking cubierto o bajo una lona impermeable, cada barrera cuenta.

Haz una revisión post-verano.
Un paso por el taller al volver de vacaciones puede prevenir averías mayores y mantener la seguridad del vehículo.

Talleres, vigilantes de la carrocería estival

No todos los daños se ven a simple vista. Por eso, los talleres especializados son esenciales para detectar a tiempo los efectos de la arena y el salitre. Una inspección profesional puede evitar óxidos, averías eléctricas o desgastes que, a la larga, saldrán caros.

En la red de talleres dsi.mobility, ayudamos a que los vehículos sigan rindiendo como el primer día, incluso después de pasar medio verano aparcados junto al mar.

El verano pasa, pero los daños pueden quedarse

Costa Brava, Costa del Sol o Costa de la Luz… el destino da igual, lo importante es no descuidar la salud de tu coche. Porque disfrutar del verano no tiene por qué implicar visitas inesperadas al taller en septiembre.

¿Quieres asegurarte de que tu coche ha sobrevivido bien a las vacaciones?
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En dsi.mobility te ayudamos a que lo único que se oxide en verano… sea la caña del chiringuito.

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