La Comisión de Medio Ambiente (ENVI) de la Unión Europea ha votado esta semana a favor de una medida de la que venimos escuchando hablar desde la llegada de los coches eléctricos, pero que parecía que se resistía a tener una fecha. Se trata del momento en el que Europa dejará de tener coches de combustión (diésel y gasolina), dejando paso a motores más limpios.
A falta de que el Parlamento Europeo ratifique la medida para que sea 100% oficial, en principio el año 2035 será el primero en el que ya no puedan venderse coches nuevos con motores de gasolina y diésel.
Una medida que incluirá los e-fuels o combustibles sintéticos, y que por supuesto incluye cualquier tipo de híbrido. Desde ese año, el coche 100% eléctrico será la única opción de vehículo en los concesionarios.
Hasta entonces, la reducción de emisiones será progresiva. En 2025, se bajará un 20% el límite de emisiones actual (frente al 15% que estaba previsto hasta ahora, y que se mantiene para vehículos de carga).
Más adelante, en 2030, se prohibirá la comercialización de vehículos que excedan los 123 g/km de CO₂.
Precisamente este límite para 2030 tenía sobre la mesa una propuesta más restrictiva, pero la comisión ha votado en contra de endurecerla aún más, aunque por poco margen. Tampoco se aprobaron otras restricciones para la venta de coches de combustión a partir de 2027.
La segunda semana de junio será cuando el Parlamento Europeo deba ratificar lo votado. Habitualmente se trata de una pura formalidad, y en pocas ocasiones se vota en contra de las propuestas de las comisiones, por lo que parece que el fin de los coches como los conocimos está mucho más cerca.
Aún hay tiempo de comprar un coche de combustión ahora y agotar su vida útil aproximadamente para este cambio. Aunque a medida que se acerque la fecha, opciones como el renting serán más recomendables para aquellos que prefieran confiar en vehículos de diésel o gasolina hasta el último momento.