Quién no se ha puesto alguna vez en la piel de Michael Knight, protagonista de la serie de los 80 El Coche fantástico y se ha imaginado tener un Kitt en su garaje. Lo que hace 20 años parecía que era algo propio de una película futurista hoy es una realidad y las principales marcas Waymo (Google), Tesla y Uber aceleran el ritmo para implantar los coches sin conductor en nuestras vidas.

La industria automovilística se enfrenta a grandes retos en cuestiones de seguridad, motorización, diseño, prestaciones y tecnología, pero esta última característica se ha convertido en uno de los aspectos fundamentales a la hora de comercializar un coche y sin lugar a dudas la que más capacidad de crecer tiene, tanto que nos permite saber cómo van a ser los coches del futuro.

Todos sabemos lo que es un coche sin conductor, un vehículo autónomo que es capaz de imitar las capacidades de los personas para conducir y controlar un vehículo donde el conductor sólo tiene que indicarle el destino al que quiere ir y despreocuparse de todo lo demás. Pero, ¿sabes cómo funciona y la situación que se encuentra su comercialización?

Es complicado explicar exactamente el funcionamiento de los coches autónomos pero si podemos hablar de las características comunes que tienen:

  • GPS: es una tecnología que todos conocemos y que hemos utilizado pero en los coches autónomos va más allá que el simple uso que le damos las personas en nuestro día a día. Este sistema tiene como finalidad indicar al vehículo por dónde tiene que ir para llegar a su destino. Estos GPS tienen que ofrecer la posibilidad de obtener la posición del coche con una precisión de unos 30 centímetros.
  • Sensores Lidar: artefactos situados sobre el techo de los coches autónomos que se encargan de dar la información al ordenador del coche para que pueda moverse. Podríamos decir que son los ojos del vehículo y permite medir la distancia existente entre el emisor láser y el objeto empleando un haz láser pulsado. Gira a 10 revoluciones por minuto y tiene un alcance de 100 metros.

  • Radares: llevan incorporados varios radares situados en partes estratégicas del vehículo cuya misión es detectar (hasta más de 100 metros) obstáculos
  • Cámaras: están situadas en la parte superior de la luna delantera y se encagan de identificar las señales de tráfico que se pueda encontrar durante el trayecto.
  • Procesamiento: Toda la información que captan los elementos anteriores tienen que procesarse con mucha rapidez, para lograr obtener una respuesta rápida que permita al vehículo hacer la acción en el mínimo tiempo posible.

Niveles de clasificación de los coches autónomos.

La Sociedad de Ingenieros de Automoción (SAE), es el organismo de normalización del automóvil y decidió dividir en 6 niveles la capacidad de conducción autónoma de un vehículo, desde los sistemas más básicos hasta la conducción 100% autónoma. Y según estos niveles se puede medir cómo de avanzada es la tecnología de los coches sin conductor .

Nivel 0: el coche no tiene ningún sistema automatizado que le permita tomar el control, sólo puede tener sistemas que emitan alguna advertencia.

Nivel 1: en este nivel los coches  asisten al conductor en una tarea al incluir sistemas como el control de crucero o la tecnología para mantener el coche en el carril.

Nivel 2: aquí el vehículo puede denominarse semiautónomo. El conductor tiene que permanecer en alerta por si tiene que tomar el control del coche ya que éste puede no responder adecuadamente y es obligatorio que el sistema se desactive cuando el conductor tome el control.

Nivel 3: los vehículos pueden circular de forma autónoma en entornos controlados como autopistas. En este nivel podría encontrarse el sistema Autopilot de Tesla en el Model S. Se caracteriza por el poder de decisión del vehículo. Ya no solo acelera, gira y frena. Detecta la situación, la estudia y decide.

Nivel 4: en este nivel los coches autónomos ya pueden circular sin supervisión del conductor, el humano es prescindible en espacios acotadas donde el coche tenga suficiente información para no depender del conductor.

Nivel 5: aquí la conducción autónoma es completa y es el objetivo que persigue Tesla, Uber o Waymo. En el momento que la conducción autónoma sea legal puede circular por cualquier carretera. La única intervención por parte del conductor es la de indicarle dónde quiere ir a través de la aplicación.

El futuro del sector de la automoción está claro, la conducción autónoma, que según las principales marcas del sector que trabajan sobre esta tecnología los vehículos sin conductor son más seguros y van a revolucionar la forma en el que el ser humano viaje pero de momento los gobiernos necesitan más pruebas. Ya veremos si finalmente en 2020 los vemos circulando por nuestra ciudad o tal vez esta fecha de la que hablan algunos fabricantes sea algo posterior.

 

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