Un deportivo de calidad y equipación, buenos consumos y una confortable conducción, tiene un precio atractivo con descuentos oficiales y una versión más radical que le dobla en potencia
El RC de Lexus es un coche deportivo, premium y de una factura moderna, que se puede usar todos los días en esta versión doméstica e híbrida, o reservar para un uso mucho más deportivo y puntual en la bestia del RC-F, base de un coche de carreras que ya está obteniendo éxitos en los circuitos.
La gama del Lexus RC es de contraste, sólo dos versiones, este 300h con una potencia, consumos y confort digamos «populares» y el RC-F con 477 caballos ya para manos expertas y bolsillos «avanzados».
Las siglas 300h deben sonarnos de casi todos los otros modelos de la gama Lexus, es el sistema híbrido comúnmente usado en la marca con 223 cv totales.
Un coupé de clase.
El estilo del RC es el de un moderno coupé con 2+2 plazas, pero en las que caben 4 adultos de corpulencia media y que tiene un acabado Lexus, de gran calidad y buen equipamiento.
El RC tiene 470 cm de largo, con líneas musculosas, este deportivo se guarda un maletero de cierto tamaño, con defensas perfectamente encastradas, aletines ligeramente ensanchados y combinando remates metálicos con otros detalles en negro mate.
La parrilla poligonal cuenta con amplia refrigeración en la zona baja, mientras los faros de LED adaptativos delatan su acabado «Luxury» |
Las agallas laterales tras las ruedas traseras son ornamentales. Los escapes están reencuadrados en el difusor trasero. |
El equipamiento con dos estilos.
Tenemos, dentro de esta versión híbrida, 3 niveles de equipamiento a elegir, desde el más económico Executive, hasta el más completo Luxury, precisamente el de nuestra unidad, el mediano es el denominado F Sport.
Ellos tres no tienen una correlación en cuanto a su nivel, sobre el más básico Executive, los otros dos salen en paralelo, el F Sport con un cuidado mayor por elementos de talante deportivo y el Luxury cuidando más los detalles de confort.
Es por lo que nuestro RC 300h Luxury añade cosas como el sistema de navegación, cámara de visión trasera, sensores delanteros y traseros, volante de regulación eléctrica, radio digital o sistema de frenado autónomo de emergencia entre otros detalles así como de acabado, mientras que el F Sport se preocupa mas de unos pedales de aluminio, un asiento más deportivo o una suspensión ajustable.
Un entorno deportivo pero a la vez lujoso.
El cuidado interior es un marchamo de Lexus, con tapicería en piel de serie, los ajustes y materiales son de primera. El espacio es el que se espera de un coupé, pero no hay sensación de agobio, incluso tiene muchos detalles de confort.
El espacio delante está dividido por una ancha consola central en la que encontramos un amplio reposa-codos, con un cofre debajo que es como otra guantera, con un funcional diseño para conectar equipos móviles en sus tomas auxiliares.
En la zona delantera presiden la pantalla TFT en formato ancho y que es táctil, pero apenas la tocarás al disponer mucho más a mano de un pad también táctil a modo de pantalla de móvil, y por un reloj analógico que da un toque elegante al deportivo Lexus RC.
Las plazas traseras, que son sólo dos, pueden ser utilizadas por adultos, siempre que delante no viaje una persona de mucha estatura, son plazas de recurso pero con detalles como salidas de aireación altavoces y reposa-codos laterales. Sus respaldos se abaten para poder ampliar la capacidad de carga del maletero.
340 litros de equipaje.
Esta es la capacidad del maletero, que es la de un polivalente compacto, 340 litros. Con kit de reparación de neumáticos guardado en un lateral y un doble fondo plano muy compartimentado y con alguna herramienta. Llama la atención que no habiendo gato tengamos la llave de las tuercas de ruedas.
Este maletero tiene anclajes para redes, algunas cinchas en las que podemos guardar los DOS triángulos de emergencia y podemos agrandarlo abatiendo uno o dos respaldos traseros. Si vamos a la compra con nuestro Lexus, echaremos en falta ganchitos para fijar las bolsas.
223 caballos híbridos.
El motor no es excesivamente potente, 223 cv a 6.000 rpm, pero sí que cuenta con una respuesta muy buena a bajas vueltas y un par máximo de nada menos que 600 Nm entre 4200 y 5400 rpm, compartido con un silencio como demostrando nada de pereza.
Es un motor de 2.5 litros, de 4 cilindros en línea situado delante, con tracción al eje trasero y un cambio de 6 relaciones a través de una caja de cambio de tipo variador que es el talón de Aquiles del modelo, la desmultiplicación no es fija en cada marcha, la relación se relaja siempre cuando no se hunde el pié en el acelerador, y no permite cambios a cierto régimen. Digamos que es un cambio más confortable que efectivo y que vale hasta cierto nivel prestacional.
Una conducción muy confortable.
Lo que sí se guarda a racimos es el confort, también de conducción, con un puesto entre deportivo y premium, con levas de cambio tras el volante y una moderna instrumentación.
Tenemos unos asientos bastante envolventes, cómodos en curvas, con reglaje eléctrico y memorias, las tallas de todo tipo podrán encontrar un buen ajuste al volante, que en este acabado Luxury es de regulación eléctrica.
La tranquilidad, que también es aporte al confort, la tenemos con los sistemas de asistencia a la conducción como alerta de desviación de carril, asistencia de angulo muerto, luces automáticas con faros de LED autoregulables más alerta de distancia con frenado automático, cámara trasera, y sensores de maniobra delante y detrás en este Luxury.
Un temperamento deportivo penalizado
Con los 223 cv, un bajo centro de gravedad y el buen empuje pronto estás invitado a ir por las curvas con buen ritmo sin despeinarte. Es verdad que el cambio nos «corta el rollo» mucho, pero terminas acostumbrándote a cómo hacer para aprovecharlo al máximo, tirando más de par que apurando marchas, y entrando con confianza en las curvas, que permite hacerlo con gran paso en ellas, aunque el silencio de marcha nos haga parecer que no vamos tan ligeros.
Excelente relación de consumos y prestaciones.
En beneficio de estos conceptos menos deportivos del cambio está el resultado de los consumos, en general son buenos con ritmos tranquilos, compensados por el sistema híbrido. Es decir, en las situaciones que más podríamos consumir es cuando más tira de energía eléctrica recuperada, con lo que en zona de curvas, en ritmos de frenada y aceleración es cuando más aprovechamos la misma. Es en donde los coches deportivos más consumen porque es dónde los disfrutamos, pero en el Lexus RC 300h es dónde podemos hablar de un consumo sensiblemente inferior.
Es curioso pero las cifras homologadas son iguales para los 3 ciclos de conducción, urbano, extra-urbano y mixto que oficialmente son de 4,9 l/100 km. Esto no es así en la realidad, a no ser que siempre estemos alternando uno y otro. Si siempre estás en ciudad hay que poner casi un par de litros más, y si siempre estás en carretera, pues podemos estar muy cerca, con 5,0-5,3 litros cada 100 km siendo muy exquisitos con el pié derecho. En autopista nos iremos a 7,5 (120/130 km/h) y en una conducción deportiva, en nuestras curvas de referencia haremos entre 13 y 15 litros, que son 5 ó 6 menos que otros coches de similar potencia y peso.
Su competidores están en Europa.
El Lexus RC 300h es un coche de gran criterio europeo, y de esta forma sus mayores rivales están en marcas premium de Europa como el Audi A5 Coupé, el BMW Serie 4 ó el Infiniti Q60 Coupe, y según elijamos el acabado más básico Executive o los más altos F-Sport y Luxury estaremos en la base de la lista según el precio o en lo más alto, pero siempre este Lexus sale ganando en la relación de precio/equipamiento. Y ahora con una oferta vigente en la versión de entrada a la gama más todavía.