Uno de los cambios que se están produciendo en el mundo de la movilidad, es que la moto cada vez cobra más fuerza como forma de moverse, especialmente dentro de las grandes ciudades. Los conductores encuentran en ellas una forma de olvidarse de los problemas de aparcamiento, de los atascos… y todo con un medio de transporte más apropiado para moverse solo, que gasta mucho menos combustible, necesita menos reparaciones, más barato de comprar…
Con la llegada de las motos eléctricas, que poco a poco van reduciendo sus precios, ésta es una tendencia que probablemente siga al alza. Según la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (ANESDOR), las motos matriculadas han aumentado en los primeros ocho meses del año en un 7,8%, llegando hasta las 129.211 unidades.
Eso en España, porque en Europa la tendencia es aún más marcada: los datos de la Asociación de Fabricantes de Motocicletas Europea (ACEM) reflejan que los mayores mercados europeos (Italia, España, Francia, Alemania y Reino Unido) han crecido en motos matriculadas hasta un 10,3%. Especialmente visible es el caso de Italia, que ha crecido un espectacular 47,3&.
En España las motos eléctricas suponen ya el 10% del mercado global. Y eso sin contar a la gente que se mueve en ciudad con una bicicleta eléctrica, que también son cada vez más. Y eso va a afectar a los talleres.
Jesús Martínez, CEO de Delfín Grupo y dsi.mobility, lo decía así en una reciente charla: «Cada vez va a haber más motos y el taller ya no será de coches; será de motos y será de bicicletas. Y para eso tendrá que prepararse».