El pasado 13 de octubre tuvo lugar una nueva edición de Avanza Motor, evento profesional online promovido por Interneting que reunió a más de 500 asistentes en su última convocatoria, y que estuvo nuevamente respaldado por Grupo Delfín, matriz de la red de centro de movilidad dsi.mobility.

Bajo el título «La digitalización y la movilidad en la posventa«, el encuentro volvió a reunir, por segunda vez, a las principales asociaciones de talleres de nuestro país: Cetraa, representada por Ana Ávila, su secretaria general; Conepa, en cuyo nombre participó Nuria Álvarez, su directora de Relaciones Institucionales y Comunicación; Jaime Barea, director de desarrollo de Ganvam, y César Sanz, secretario ejecutivo de la Federación que representa los intereses de los Agentes y Servicios Oficiales en España, Fagenauto. Sobre la mesa de debate, un tema candente: la realidad y desafíos de futuro a los que tienen que hacer frente los reparadores españoles y, más concretamente, su impacto en la rentabilidad de estas empresas.

¿Y las conclusiones? Pues que la actividad de los talleres españoles ha crecido frente a 2021, pero que la rentabilidad no lo ha hecho en la misma manera. Este es, sin duda, el problema que más preocupa a los empresarios del taller que constatan que la elevada antigüedad del parque se deja notar, además, en un cambio de hábitos en el taller: se repara más y se mantiene menos los automóviles.

El problema de la rentabilidad del taller

«La actividad va bien, pero no la rentabilidad”, constataba la representante de Cetraa, Ana Ávila, quien explicaba además que el problema de la falta de recambios se traduce en estancias más largas de los vehículos en el taller. Pero no es el único problema para los empresarios. Ávila señaló dos más: “la subida de los materiales de pintura y el problema de los precios de los combustibles” contribuyen al “clima de incertidumbre” en el que se ve envuelto el sector y que hace difícil predecir cómo evolucionará el resto del año.

Nuria Álvarez, representante de Conepa, aportaba datos concretos: «Según nuestras cifras de junio, en el primer semestre se registraba una subida de la actividad del 7%, al igual que en 2019, aunque la facturación fue un poco menor”. No obstante, incidía en el problema de la rentabilidad: “Aunque están llegando muchas operaciones al taller, a medida que avanza el año los problemas de la rentabilidad se acusan. Además, decirle al cliente que tiene que tener el coche en el taller más tiempo nunca es agradable”.

Reforzando la idea del aumento de actividad en el taller, Jaime Barea, de Ganvam, vaticinaba que «cerraremos 2022 con un 6% de incremento de actividad, aunque -coincidía- la rentabilidad ya es otra cosa. Nos preocupa el envejecimiento del parque y la presión de los salarios. Y ver qué capacidad tiene el taller para asumir los costes», concluía.

“Notamos menos mantenimiento y más reparación en el sector oficial”, compartía César Sanz, de Fagenauto, para quien el diagnóstico era similar al expuesto por el resto de intervinientes, pero poniendo el acento en la incapacidad que los reparadores han tenido para trasladar el incremento de costes a los clientes.

La digitalización del taller

Como en otras ediciones de Avanza Motor, el de la digitalización del taller fue otro de los temas protagonistas en la mesa de debate. Más, si cabe, en esta ocasión al hilo de la oferta de ayudas comprendidas dentro del Kit Digital, propuesta interesante pero quizás “insuficiente” para el taller, tal como señalaba Jaime Barea. “Digitalizarse no es solo abrir la página web del taller”, sentenciaba.

No debemos de olvidar que en muchas ocasiones estamos hablando de empresas de reparación pequeñas y para las que la necesaria digitalización puede suponer un problema, obligando a los profesionales a asumir además la tarea de agente digitalizador, subrayaba la representante de Cetraa. “No pueden olvidar la tecnología, pero deben priorizar al cliente. Dos vehículos iguales que entran en el taller pueden merecer una aproximación diferente ante dos clientes diferentes”, abundaba.

Precisamente, “en el cliente y las necesidades que pone sobre la mesa es en lo que ponemos el foco con la digitalización”, proseguía César Sanz. “Tenemos que ver qué podemos ofrecerle para que se sienta atendido, porque es lo que nos va a permitir garantizar nuestro futuro en los próximos años», añadía.

Futuro: ¿Qué preocupa al taller?

Respecto al futuro y los desafíos que preocupan a los empresarios del taller se ciernen no pocas incertidumbres. Entre las mecionadas por los participantes en el coloquio, una de las que más consensó generó es la de la falta de profesionales y la forma de captar talento para el taller: hacerlo un sector atractivo a los más jóvenes.

La electrificación, por su parte, debería de desaparecer de las preocupaciones del taller, señalaba Ana Ávila apelando a la resiliencia mostrada por el colectivo históricamente: “La electrificación no es una preocupación, es un reto. Con formación se puede hacer frente a todo”, concluía.

El acceso a la información y a recambios con calidad, la excesiva normativa de aplicación en el taller o los cambios en la relación con los fabricantes de vehículos en el sector oficial fueron otros de los aspectos abordados. Sobre este último, César Sanz, en representación de Fagenauto, concluía:  «2023 será un año fundamental debido a los nuevos reglamentos que entrarán en vigor. Trabajaremos codo con codo con los fabricantes para que el reparto de pesos sea equilibrado y poder seguir prestando un servicio de calidad al cliente”.

Puedes volver a ver la grabación del evento aquí debajo.

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