Quizá no lo hagan nunca. Es la hipótesis que se ha formulado estos días en el SEMA Show de Las Vegas, la feria por excelencia del mercado de la posventa de automoción en Estados Unidos. Aunque la recuperación del tráfico rodado está volviendo a los niveles previos a la pandemia, eso no significa que el mercado de las reparaciones de carrocería recupere la cifra de negocio y el número de intervenciones que tenía en 2019. ¿La razón? En buena medida, explicaba Bart Mazurek, vicepresidente de consultoría de CCC Intelligent Solutions, el estancamiento de la demanda de arreglos de carrocería tiene que ver con el hecho de que los vehículos se están volviendo cada vez más inteligentes, incorporando, además, sistemas ADAS de forma generalizada. En definitiva, las nuevas tecnologías que montan los vehículos reducen el riesgo de sufrir un accidente.
Según los datos aportados por Mazurek buena parte de la recuperación del tráfico rodado, de los índices de movilidad, está relacionada con el transporte de mercancías y no tanto con el de personas en vehículos particulares. Si por un lado, Amazon ha triplicado el tamaño de su flota de entrega en los últimos tres años, por otro, las grandes ciudades de Estados Unidos han reducido sensiblemente la movilidad en vehículos particulares, reduciendo los momentos de congestión y atascos entre el 50 y el 65%, situaciones en las que tradicionalmente se producían muchos de las colisiones que dinamizaban el mercado de la carrocería.
En este contexto, y a la espera de conocer en qué medida el mayor valor de las reparaciones de carrocería de los vehículos modernos dotados de sensores y dispositivos costosos compensa la reducción del número de arreglos, o qué cifra de negocio aporta la recalibración de los sistemas ADAS, se impone la eficiencia. Cada vez más la gestión óptima de los procesos de trabajo, obteniendo la máxima rentabilidad en cada intervención, va a ser la clave para la sostenibilidad de los talleres de chapa y pintura. Por eso, los servicios de dsi.mobility no solo contribuyen a transformar a los talleres en auténticos centros de movilidad, aprovechando las oportunidades que genera la nueva movilidad, sino también a ayudarles a optimizar sus procesos para ser más eficientes y maximizar su rentabilidad.