Conforme avanza la tecnología, los componentes que utilizan los vehículos van avanzando con ella. De este modo se consiguen obtener piezas específicas para cada coche y que cada vez sean más eficientes y seguras según sea un determinado vehículo.Y esto es algo extrapolable a los neumáticos. Pues, del mismo modo que se crean neumáticos para todo uso como neumáticos de carga o neumáticos mixtos para tierra, por ejemplo, con los nuevos sistemas de propulsión de los vehículos eléctricos también han llegado un tipo de rueda, que es específica para estos coches. ¿Pero por qué montan unas gomas diferentes a un coche con propulsión térmica?
Cuestión de par y peso
Los vehículos eléctricos, al entregar todo su par de golpe, la aceleración que poseen es mucho más potente que la de un vehículo térmico. Por esto, los neumáticos destinados a vehículos eléctricos se construyen internamente de una manera más rígida para reducir su desgaste y que no patinen sobre sí mismos.
Y también se constituyen de manera diferente dado a que un vehículo eléctrico, debido a sus baterías, tiene un mayor peso. En torno a un 25 y un 30 % más que el mismo coche, siendo de motor térmico. por esta razón, el neumático tiene que soportar un índice de carga mayor, lo cual hace que tenga neumáticos propios.
Otra razón que también influye es el ruido. Esto es porque los coches diésel y gasolina emiten ruido con sus motores que puede hacer que no se escuche el sonido de la goma rozando con el asfalto. El vehículo eléctrico es mucho más silencioso, por lo que se intenta construir utilizando otro compuesto y una constitución específica para qué el conductor siga escuchando el menor ruido posible mientras conduce un coche eléctrico.