El elevado precio de los combustibles está quitando las ganas de pasar por el taller a los conductores. Es una de las principales conclusiones del último “User Car Tracker”, la herramienta con la que el portal británico Startline toma el pulso de las tendencias de consumo de los automovilistas en aquel país. Se impone el ahorro. Y se compromete la seguridad vial. Especialmente en un país como España donde la edad media del parque de turismos supera los 13 años. Hoy más que nunca, los talleres tienen la responsabilidad de concienciar a sus clientes y la sociedad en general sobre la importancia que cuidar el coche tiene para circular seguros. En dsi.mobility tenemos claro que la nueva movilidad debe ser sostenible pero también segura.
Aunque no existen datos recientes sobre cuál es la sensibilidad de los conductores españoles al incremento de los costes asociados al uso de un vehículo, especialmente el del combustible, cabe pensar que habrá ciertos paralelismos con los resultados del “Used Car Tracker” de Startline. Los datos de los automovilistas británicos dicen que el incremento del precio de la gasolina y del diesel lleven al 18% de los automovilistas a retrasar el cambio de sus neumáticos y a un 22% el mantenimiento de servicio que suele incluir filtros y lubricante. Un 12% de los encuestados señalan, además, que ante el aumento del coste de la vida se orientan a buscar talleres más económicos.
El aumento del precio del tope de combustible de octubre, si se implementa, resultaría en un riesgo de seguridad para los automovilistas, ya que uno de cada cinco dice que planea reducir el mantenimiento del automóvil.
En palabras de Paul Burgess, director ejecutivo de Startline Motor Finance: «La investigación muestra la enorme presión que el aumento del precio de los combustibles ejerce sobre las finanzas personales y cómo es probable que afecte a la capacidad de las personas de mantener sus vehículos para circular seguros”